Comentario
A rasgos generales se puede decir que el arte de Chavín se expresa fundamentalmente a base de diseños lineales que se desarrollan sobre superficies planas o sobre superficies tratadas como si lo fueran. Sus representaciones están enormemente convencionalizadas, siendo generales una serie de convenciones básicas. John H. Rowe habla así de una simetría o más bien de un equilibrio en la composición. De repetición, tanto en detalles como de figuras completas, produciéndose un cierto ritmo. De la utilización de un módulo de anchura, por el que un diseño se compone sobre la base de una serie de bandas de una anchura aproximadamente igual, como si el diseño se hubiera trazado sobre un papel rayado.
Este concepto de diseño modular se ha precisado aún más con el de la utilización de plantillas de elementos de diseño modular. En este sentido parece que el artista Chavín disponía de una serie de plantillas con elementos de la figura a realizar y las utilizaba acoplándolas unas a otras, según las necesidades del diseño que quería conseguir, hasta rellenar incluso todo el espacio disponible. Esta mecanización del dibujo se fue acentuando cada vez más en épocas tardías, siendo escasamente utilizado en el Lanzón, pero llevado al máximo en, por ejemplo, el llamado dintel de los jaguares.
Otra característica de la representación es la reducción de las figuras a una combinación de líneas, pero sobre todo la sustitución de un elemento real por otro metafórico, escogido convencionalmente. Por ejemplo, el pelo, bigotes u orejas pueden transformarse en culebras, así como el plumón de la cabeza y el eje que bordea las alas de las aves. Los apéndices salientes del cuerpo se comparan con lenguas (que salen de la boca), y muchas veces aparecen caras adicionales para que el apéndice correspondiente salga de ella. La boca de felino es una expresión figurada común que aparece con casi cualquier tipo de representación y las llamadas cintas de boca continua que suelen señalar las líneas estructurales de los cuerpos en forma de una serie de bocas colmilludas.
Se desconoce con precisión el procedimiento seguido por los artistas Chavín para conseguir esa gran exactitud en sus diseños, con trazos perfectamente regulares y sin vacilaciones en la ejecución. Al margen de las plantillas mencionadas debió usarse una tela delgada o una pieza de cuero con el diseño pintado en uno de sus lados, untándose de carbón vegetal el otro. Aplicando el material sobre la piedra, se transfería el dibujo a la misma siguiendo el diseño con un punzón.
Nos encontramos pues ante un arte rígidamente convencionalizado, realizado con toda seguridad por artistas especialistas y que tiene que ver seguramente con algún tipo de religión o sistema de creencias.
Se ha llegado a la conclusión de que la iconografía representada en Chavín, con profusión de representaciones de la concha Spondylus y de caimanes, tiene que ver con ese culto. El Spondylus o mullo como se le llama en Perú, es una concha bivalva, espinosa, que se encuentra en aguas cálidas, generalmente en las latitudes de Ecuador. Cuando las corrientes frías marinas suben hacia el norte, el mullo se retira a las profundidades marinas. Ese año la lluvia será escasa en Perú. Por el contrario, cuando las corrientes cálidas descienden, el mullo se encuentra superficialmente y en latitudes más meridionales. Ese año la lluvia será abundante. Al exigir a los fieles ofrendas de mullo y al informarse de las circunstancias de su pesca, que implicaba largos desplazamientos hacia regiones tropicales infestadas de caimanes, los sacerdotes de Chavín podían vaticinar con seguridad las condiciones del tiempo, algo vital para los campesinos peruanos.